En el fondo, la obra que recogía aquel nuevo modelo -‘7 seconds or less’- iba a resultar más emblemática de lo previsto, alumbrando así el baloncesto del nuevo siglo. A aquel juego pequeño, entregado ahora a la frecuencia, la transición y el tiro, vino a sumarse la introducción de la analítica, cuya ecuación más simple y veraz se basaba en recordar al baloncesto que existía el triple, otro yacimiento descuidado, y que tres era mayor que dos.